viernes, 27 de julio de 2007

La formación de las enanas marrones y Eduardo Delgado Donate: In memoriam

Llevaba mucho tiempo queriendo escribir una entrada sobre la formación estelar y sus mecanismos, y en particular sobre los que se postulan para las enanas marrones. Lamentablemente, una desgracia me empuja a hacerlo en este momento, el fallecimiento de mi colega y amigo Eduardo Delgado Donate, el pasado sábado, mientras hacia senderismo en una cueva en la isla de Tenerife, junto a otras cinco personas. Valga esta entrada como pequeño homenaje.

El trabajo de Eduardo se centraba en la modelización de mecanismos de formación de estrellas de baja masa y enanas marrones, especialmente en sistemas múltiples. Las enanas marrones, como hemos contado en otras ocasiones, son objetos cuasi-estelares que no tiene suficiente masa como para que su interior alcance la temperatura y la presión para comenzar la fusión de hidrógeno en helio. Diferentes grupos de investigación han descubierto decenas, cientos de ellas en ámbitos muy diversos: en regiones de formación estelar, como miembros de cúmulos abiertos, aisladas en mitad del vacío interestelar. Y también en sistemas binarios o múltiples. A pesar del gran número de propiedades que hemos identificado, su formación es controvertida. Hay quien propone que se forman igual que las estrellas, por colapso y fragmentación de una nube de polvo y gas interestelar. Otros autores sugieren que podrían crearse como planetas, alrededor de los discos que se forman alrededor de las estrellas durante las primeras etapas de su evolución, y que luego son expulsados por interacciones dinámicas con otras estrellas, en un juego de billar estelar. Incluso existen posibles escenarios teóricos más complejos, más exóticos. Los modelos de Eduardo trataban algunos de éstos, en particular la génesis en sistemas múltiples, con una expulsión cuando el sistema apenas ha evolucionado y las componentes pre-estelares no han tenido suficiente tiempo para acretar suficiente masa y convertirse así en una estrella.

Desde hace varios años hemos descubierto curiosos sistemas, ajenos a toda preconcepción previa, que desafían a nuestra imaginación. Éste es el caso de 2M1207, un sistema formado por una enana marrón que está acretando desde un disco circunestelar y que tiene una compañera de unas 5 masas de Júpiter orbitando a unas 55 unidades astronómicas. En uno de sus últimos trabajos, él intentó proporcionar un marco que permitiera explicar la existencia de este sistema. Adjunto un enlace al resumen de una charla que impartió hace unos meses.

Simulación numérica realizada por Mathew Bate. Muestra la evolución de una nube de material interestelar y formación de una nueva generación de estrellas, junto con la expulsión de algunas enanas marrones de sistemas múltiples debido a interacciones dinámicas. El fichero (formato avi) tienen 36 Megas y también puede encontrarse en la página original en la Universidad de Exeter.

Las simulaciones numéricas de éste tipo tiene una gran complejidad y delicadeza. Eduardo y sus colaboradores hicieron un excelente trabajo que nos sirvió a nosotros, los astrónomos observacionales, para entender mejor las propiedades que vemos en las enanas marrones. Desgraciadamente sus investigaciones se han visto truncadas cuando Eduardo sólo tenía 29 años, y trabajaba como investigador postdoctoral en el Instituto de Astrofísica de Canarias. Una pérdida para la ciencia. Pero lo que es aún mucho más triste, para su familia y sus amigos.

David Barrado y Navascués



Publicado originalmente en el CBE, el 12 de febrero del 2007:

ENLACES:



“Cuaderno de Bitácora Estelar”

jueves, 26 de julio de 2007

Texts read during Edu's remembrance in Cambridge

Brink Of Eternity

In desperate hope I go and search for her
in all the corners of my room;
I find her not.

My house is small
and what once has gone from it can never be regained.

But infinite is thy mansion, my lord,
and seeking her I have to come to thy door.

I stand under the golden canopy of thine evening sky
and I lift my eager eyes to thy face.

I have come to the brink of eternity from which nothing can vanish
--no hope, no happiness, no vision of a face seen through tears.

Oh, dip my emptied life into that ocean,
plunge it into the deepest fullness.
Let me for once feel that lost sweet touch
in the allness of the universe.

Rabindranath Tagore



If I should die and leave you here awhile,
Be not like others, sore undone, who keep
Long vigils by the silent dust, and weep.
For my sake, turn again to life and smile,
Nerving thy heart and trembling hand to do
Something to comfort weaker hearts than thine.
Complete those dear unfinished tasks of mine,
And I perchance may therein comfort you.

A. Price Hughes



If I should go before the rest of you,
Break not a flower nor inscribe a stone.
Nor when I'm gone speak in a Sunday voice,
But be the usual selves that I have known.
Weep if you must,
Parting is hell,
But life goes on,
So sing as well.

Joyce Grenfell

Words from Edu to Aleida on her uncle's death.

Dear Ale. You are right. Death is something so difficult to accept and probably something that you never get to understand completely. The same goes for suffering. I am so sorry that you have to go through all this. With the people we love, in the beginning, the pain is greater than anything else. But with time, the most beautiful aspects of the person, the reasons they lived their life, the dreams they fought for, all these things, form our memory of them. The people we have lost will always be with us, their words, their affection and this is because we loved them so much. They are not gone forever. A part of them stays with us. When my uncle died or when a good friend of mine died who was only 21, I kept asking myself what was the meaning of life, of accumulating experiences and emotions, love and pain, over so many years when they would end in nothing. These were very distressing thoughts. With time, I started looking at things in a different way and I came to the conclusion that the only way to find a meaning in death is to think that those who died continue living in the people who loved them. I feel like this about my uncle and my friend. Sometimes I surprise myself using the same expressions they used or making the same jokes or defending an idea which they fought for. I feel that they are still with me in this way. Life is not only suffering, there is also happiness, and we all have the right to achieve it. Do not stop fighting for it, for yourself and for the people you love, but don't fight against yourself. Many suffer, very many suffer. Some enjoy life. Do not look only at one side of the coin and most of all, do not make yourself look only at one side of the coin.

Eduardo Delgado Donate

Textos leidos durante la misa en Cambridge

Al borde de la Eternidad

Desesperado, la busco
por todos los rincones de mi cuarto,
pero no la encuentro.

Mi casa es pequeña,
y lo que una vez se ha ido de ella,
no vuelve a encontrarse.

Pero tu casa, Señor, es infinita.
Y buscándola, he llegado a tu puerta.

Mírame bajo el dosel dorado del cielo de tu anochecer,
mírame cómo levanto mis ojos ansiosos a tu cara.

He venido a la playa de la eternidad donde nada se pierde,
ninguna esperanza, ninguna felicidad, ninguna visión de rostros vistos a través de las lágrimas.

¡Sumerge mi vida vacía en ese mar!
¡Húndela en la más profunda plenitud!
¡Haz que sienta, por una vez, la dulce caricia perdida
en la totalidad del universo!

Rabindranath Tagore


Si debo morir y dejarte aquí por algun tiempo,
No seas como aquellos que, desechos de dolor, guardan
Largas vigilias a la tierra silenciosa, y lloran.
Por mi bien, vuelve de nuevo a la vida y sonrie,
Refuerza tu corazón y tus manos temblorosas para hacer
Algo que reconforte los corazones más débiles que el tuyo.
Completa esas queridas tareas mías que no completé,
Y yo quizas pueda con ello consolarte.

A. Price Hughes


Si tengo que irme antes que vosotros,
No corteis una flor ni esculpais el marmol.
Ni cuando me haya ido, susurreis en voz de Domingo,
Sed los mismos igual a los que conocí.
Llorar si teneis que hacerlo,
pues irse es el infierno,
Pero la vida sigue,
seguid también cantando.

Joyce Grenfell


Palabras de Eduardo a Aleida a la muerte de su tio:

Querida Ale,

Tienes razon, la muerte es algo tan dificil de aceptar, probablemente es algo que uno no llega a entender del todo nunca. Igualmente el sufrimiento. Lo siento tanto Ale, que tengas que pasar por todo esto. Se que tu tio era muy importante para ti y no puedo pedirte que no estes
triste. Con los seres queridos ocurre que el pesar es muy grande al principio pero a la larga son los aspectos mas hermosos de la persona los que quedan en nuestro recuerdo, las razones por las que vivieron y los suenos por los que lucharon. Estoy seguro de que tu tio estaba muy orgulloso de ti y de que sabia con certeza que terminarias la tesis, tardaras unos meses mas o menos. Ale, igual no es que con tu tio se haya ido una parte de ti, seguramente se quedo contigo, sus palabras, su carino estaran contigo siempre precisamente porque lo querias tanto. El no se ha
ido del todo porque una parte de el se quedo contigo.

Ale, cuando mi tio murio o cuando murio un buen amigo con solo 21 anyos me preguntaba repetidamente que sentido tenia vivir, acumular experiencias y vivencias, amores y sufrimientos a lo largo de tantos anyos para que luego todo se perdiera en la nada. Eran pensamientos muy angustiosos. Al cabo de un tiempo empece a mirar las cosas de otra manera y llegue a la conclusion de que la unica forma de dar sentido a la muerte es pensar que los que mueren siguen vivos en sus seres queridos. Yo lo siento asi con mi tio y mi amigo, a veces me sorprendo diciendo aquella expresion que el decia o bromeando como el bromeaba, o defendiendo una idea que el defendia. Siento que asi aun estan en cierto modo conmigo.

Ale, la vida no es solo sufrimiento, tambien hay felicidad, y tu tienes todo el derecho a conseguirla. No dejes de luchar por ello, no dejes de luchar por ti y por los que quieres, pero no luches contra ti misma. Otros sufren, muchos sufren, tambien muchos disfrutan. No mires
solo una cara de la moneda, sobre todo no te impongas mirar solo una cara de la moneda.

Eduardo Delgado Donate

Words of gratitude from Eduardo’s parents Guadalupe and Antonio, read it in Cambridge and translated by Simon and Lola.

Dear Chaplain, staff from the Institute of Astronomy of the University of Cambridge, Churchill College staff, and all the friends of our beloved son Eduardo Juan Delgado Donate, we have come here today following the initiative of some friends of our son, who wanted us to participate in this ceremony in his memory.

We couldn’t refuse, because for Eduardo, in his own words, Cambridge was the place to touch the sky. He was even thinking of buying a house here, when he would have the means to do so. He never forgot Cambridge and used to pay frequent visits to remember the times he spent with his friends and colleagues in this wonderful city. We can never say enough about Eduardo. What can parents say after suddenly losing a son? For us, he was the light that illuminated our lives, and that of Alejandro (his brother) and of his grandparents and aunts and uncles.

We have received messages from all over the world describing his kindness and generosity and his love for his work, and that special quality that drew people to him. He was always ready to listen, and afterwards give his most sincere opinion. Always with the aim of helping others, adding his own grain of sand.

Eduardo suffered from anxiety. But he tried hard to overcome it by dancing tango, working with ceramics, going swimming and of course pursuing his passion for astrophysics. He was a great fighter and at the age of 29 he had everything he wanted. Of course he still had a long way to go, but he was working on that and was happily settled at the IAC (Instituto Astrofisico de Canarias). He had now found a new group of good friends and could count on the support of his dear advisor Casiana. She was very supportive from the start of his career in astrophyics, and encouraged him to apply to Cambridge for his PhD. We’d like to thank Casiana for her words in memory of Eduardo that were published in the press in Tenerife, and on the Internet. Also for her fond memories of Eduardo expressed in her tribute to the 3 colleagues from the IAC who also died in the accident in Los Silos: Juan Luis, Maurizio, and Eduardo.

We also want to remember, here, with all our love, the other victims: Javier Jesus, Gines, and his girlfriend Estefania. We take this opportunity to express our gratitude to Ms. Dixon for her very moving condolences and for her memories of Eduardo.

Dr Cathie Clarke supervised Eduardo’s PhD from 2000 to 2003 and they continued to work together until his death. Thank you Dr Clarke for your condolences that touched our hearts. We truly know how much Eduardo appreciated you. At home we heard your name and Dr Casiano’s name mentioned every day. Eduardo always pointed out your bright intelligence, your talent and most of all, your human values. Dr Clarke your happiness and positive energy really rubbed off on Eduardo, and gave him the motivation to achieve his dream and finish his PhD.

Although, his career in Astrophysics was short-lived, we hope that his work has contributed just a little to a better understanding of our grandiose Universe.

We want to give our most sincere thanks to all of Eduardo’s colleagues, all the friends from Cambridge, including a Canarian girl from Fuerteventura. Also to the friends from Stockholm Observatory, from Australia, Italy, France, and elsewhere that, through the internet, with letters and flowers, have remembered Eduardo with great love. Thank you everyone for making him so happy.

We especially want to remember those friends that were with us from the moment of his death, in the saddest days, giving us their constant support. To the family from La Florita, as Eduardo named them. They were his other family. Their daughter came from Sweden to attend the ceremonies held in memory of our son. We will never forget them and they will always be in our hearts.

We also want to mention Eduardo’s three friends who came to visit us in Tenerife from the States, Germany and Barcelona. With their spirit and youth they relieved our pain. Their positive energy strengthened us. Thank you beloved friends for giving so much happiness to our son.

We must mention a special friend who is in Chile now. They met when they studied physics together in the University of La Laguna. His recent constant calls of support and energy were very important for us. He was very far from Tenerife, but we felt that he was very close, linked by the pain. Thanks. Many thanks. Our love to his parents and wife. We hope you will be a happy father next September. Good Luck.

We want to remember with great love and gratitude all our friends from Tenerife, from all over the island, who were with us at all times. To the family from Candelaria, thank you for being here with us today. Also to our workmates for their support in those difficult times. Our most special love goes to our son Alejandro who was with us, with his brother, all that night and the following day. To both sides of the family: parents, uncles, aunts and cousins. Singling out the oldest for his strength, our father is 90 years old, and he came to join us for the ceremonies. Our mother and aunt could not come because of very serious health problems. They brought him up and we want them to keep thinking he’s alive.

All the condolences, from colleagues and friends, made us realise that our son Eduardo not only loved us, but also shared his love with all of them. He loved and was very loved, and that is very important for us, to keep on going forward. However, we know that we have a long way to go, and that we will always carry this immense sadness for our beloved son Eduardo. He was a very special person who will be with us in our memories forever.

Thank you all for coming. We will continue to visit Cambridge because this place is already part of our lives, and if God gives us health, we will return. We will never forget you, both colleagues and friends, who have been so close to Eduardo through thick and thin. For these reasons, we want you to know that for Guadalupe, Antonio, and for Alejandro and the rest of Eduardo’s family, all of you have a place in our hearts because you are wonderful people. We wish to finish with a few lines that Eduardo wrote last Christmas.

“Never stop looking for happiness. Even in the hardest of times in life, there are little things, very little things, that give us a reason to keep going on.”

Many thanks

Palabras de agradecimiento de Carmita y Antonio, leídas en Cambridge.

Reverendo padre, personal del Instituto de Astronomia de la Universidad de Cambridge, personal del Churchill College y amigos de nuestro querido hijo Eduardo Juan Delgado Donate.

Nos hemos desplazado hasta aquí, a iniciativa de unas amigas de nuestro hijo, que han deseado que estemos presentes en este acto religioso en su memoria, organizado por sus amigos.

No nos hemos podido negar, puesto que esta ciudad de Cambridge supuso para Eduardo, según sus propias palabras, “tocar el cielo” y no descartaba el comprarse una casita aquí, cuando reuniese el dinero necesario. Nunca la olvidó y hacia visitas periódicamente para recordar con sus profesores y amigos los buenos momentos vividos en esta maravillosa ciudad.

Todo lo que digamos de Eduardo es poco, pues qué pueden decir al respecto unos padres que se han visto de repente desprovistos de la presencia física de su hijo, que representaba para nosotros la luz que iluminaba nuestras vidas, la de su hermano Alejandro, la de sus abuelos y tíos.

Ya en vuestros múltiples mensajes llegados de todas las partes del mundo se ponen de manifiesto su bondad, su buen hacer en su trabajo y ese carácter especial que enganchaba a todos en general, en cuanto siempre estaba dispuesto a escuchar y dar luego su sincera opinión, siempre con el propósito de poner su granito de arena y poder ayudar a los demás.

Él tenía sus propios problemas de ansiedad, pero con su lucha diaria, yendo a hacer cerámica, bailando el tango, yendo a nadar y su “astrofísica del alma”, los trataba de eliminar. Era un gran luchador y consiguió a sus 29 años todo lo que pretendió en la vida. Aunque por supuesto, le quedaba mucho camino por recorrer, pero estaba en ello y ahora era feliz, trabajando en el Instituto de Astrofísica de Canarias. Ahora él tenía un grupo de amigos, con los que había conectado estupendamente y teniendo como apoyo importante en su trabajo a su querida Casiana, doctora del Astrofísico de Tenerife, que desde que él se decantó por la astrofísica, lo apoyaba para que llegase hasta Cambridge, a fin de hacer el doctorado aquí. Gracias, muchas gracias Dra. Casiana, por sus palabras dedicadas a su memoria y que se publicaron en la prensa de Tenerife y a través de internet, así como también su recuerdo cariñoso hacia su persona en el Acto-Homenaje dedicado a los tres compañeros del Astrofísico fallecidos en el municipio de Los Silos: Juan Luís, Mauricio y Eduardo.

Deseamos recordar aquí también con mucho cariño al resto de los compañeros fallecidos: Javier Jesús, Ginés y su novia Estefanía.

Queremos hacer también una referencia a la señora Dixon, que nos mandó una tarjeta de condolencia llena de sentimientos. Nuestra gratitud hacia ella, por su recuerdo a Eduardo y por haberlo hecho feliz en el tiempo que estuvo aquí.

Y como no recordar aquí a la Dra. Cathie Clarke, que dirigió su doctorado desde el 2000 al 2003. Aún en estos momentos seguían trabajando juntos.

Gracias Dra. Clark por vuestra condolencia, que nos llegó directamente al corazón. Sabemos verdaderamente que Eduardo la tenía en gran consideración. En casa su nombre y el de la doctora Casiana, era raro el día en que no se pronunciasen.

De usted Dra. Clark, Eduardo destacaba su gran inteligencia y su gran capacidad de trabajo y fundamentalmente que era una persona llena de valores humanos, que le transmitía esa felicidad que durante el tiempo que estuvo en esta bonita ciudad, le ayudó muchísimo para lograr su sueño y terminar su doctorado.

Su experiencia en la astrofísica fue corta y esperamos que su trabajo haya contribuido a descubrir un poquito más de ese mundo tan especial y grandioso como es el Universo.

Queremos desde aquí darles las gracias más sinceras a todos los profesores, a los “amigos de Cambridge”, entre los que se encuentra una canaria, natural de la isla de Fuerteventura. También a los “amigos del Observatorio de Estocolmo”, a los amigos de Australia, de Italia, de Francia... que a través tanto de internet, como por medio de cartas y flores, lo han recordado con verdadero cariño. Gracias a todos por haberlo hecho tan feliz.

Recordamos en especial a los amigos que desde que se enteraron de su fallecimiento, estuvieron con nosotros en esos días más tristes y en los sucesivos, dándonos su apoyo constante. La familia de “La Florita”, así la llamaba Eduardo. Era su otra familia. Su hija se desplazó desde Suecia, para estar en los actos religiosos celebrados en honor de nuestro hijo. No los olvidaremos nunca. Estarán siempre en nuestro corazón.

También queremos destacar el gesto que han tenido tres amigas de Eduardo, que se desplazaron a casa en Tenerife, desde Estados Unidos, Alemania y Barcelona. Ellas consiguieron con su juventud y alegría, que nuestro dolor se viese más aplacado. Su energía positiva nos contagiaba. Gracias queridas amigas por darle tanta felicidad a nuestro hijo.

!Ah! no podemos dejar de mencionar a un amigo especial que en estos momentos se encuentra en Chile. Se conocían desde que estudiaban física en la Universidad de La Laguna. Sus constantes llamadas de apoyo y ánimo, fue algo importante para nosotros. Estaba muy lejos de Tenerife, pero lo sentimos muy cercano, unidos por el dolor. Gracias, muchas gracias. Nuestro cariño para sus padres y esposa. Deseamos que en septiembre ya seas un feliz papá. ¡Mucha suerte!

Queremos recordar con gran cariño y expresar nuestro agradecimiento a las familias y amigos que mencionamos a continuación:

Nuestros amigos de Tenerife, de todas las partes de la Isla, que nos acompañaron en todo momento. A la familia del municipio de Candelaria, gracias por acompañarnos hoy en este acto.

También a los compañeros de trabajo de ambos, por su apoyo en esos instantes tan dolorosos.

Nuestro especial cariño para nuestro hijo Alejandro, que estuvo acompañando a su hermano durante toda la noche y en los actos religiosos sucesivos.

A la familia paterna de Eduardo, tíos y primas, por el cariño demostrado hacia nosotros. Y para la familia materna, padres, tíos y primos. Destacar al más anciano, por su entereza, nuestro padre con 90 años, pudo asistir a los actos religiosos. Y para nuestras madre y tía, que no pudieron asistir por motivos de salud graves, Además no saben nada que ha fallecido Eduardo, pues ellas fueron las que lo criaron y pensamos que lo mejor es decirle que está “vivo”.

Estas muestras de condolencia por parte de sus profesores y amigos, nos hacen pensar que nuestro hijo Eduardo no solo nos quería a nosotros, sino que su cariño lo compartía también con todos ellos, con los que estaba en contacto muy asiduamente. Quería y era querido y eso es muy importante para nosotros, para poder seguir adelante, pero también sabemos que nos espera un camino muy largo por recorrer, en el cual siempre aparecerá ese dolor inmenso por nuestro querido hijo Eduardo, un ser especial, que siempre estará permanentemente en nuestro recuerdo.

Gracias a todos por vuestra asistencia. Vendremos de vez en cuando a Cambridge, porque esta ciudad ya forma parte de nuestras vidas y si Dios nos da salud, seguro que vendremos a visitarla.

Nunca les olvidaremos, ni a los profesores ni amigos que tan cerca han estado de él, en lo difícil y en las alegrías.

Por eso queremos que sepan, que para Antonio, Guadalupe, Alejandro y familia, todos ustedes tienen un rinconcito en nuestro corazón, porque son todos unas personas verdaderamente maravillosas.

Queremos terminar con unas líneas que escribió Eduardo, que las entresacamos de los mensajes que acostumbrábamos a darnos en las fiestas de Navidad:

“NO DEJES DE BUSCAR SIEMPRE LA FELICIDAD, AÚN EN LOS MOMENTOS MÁS DIFICILES, PUES HAY COSITAS, PEQUEÑAS COSITAS EN LA VIDA, POR LO QUE MERECE LA PENA SEGUIR ADELANTE”.

¡¡Muchas Gracias!!

Account of Edu's remembrace in Cambridge, by Elena Rossi

John Rawlinson, the chaplain, was waiting at the door of the chapel.

Some friends were already inside, others, such as Suzanne, Tom and Andy were standing under the big tree, along the path to the church. It was raining lightly and the Churchill College fields were greener than ever. Those fields that saw many times Eduardo playing football with us.

Carmita and Antonio were staying in a College flat in front of the Chapel. Lola, Simon and I had just met them at the flat door and together we were walking along the path through the lawns to the mass for their son. I had Carmita holding my arm, while I was carrying the umbrella. She was very elegant, as many times I had seen her in Tenerife.

Antonio and Lola were behind us, and I think they too saw the welcoming faces of the many people that were waiting for us below the big tree. Some had sweet smiles, some were too sad to speak. In particular, I remember the intense expression on Andy’s face. He looked as though he would have liked to find words for Eduardo’s parents, words of consolation, but that none were coming to his lips. And then, would English words be enough? I think he was hoping that his presence would be more eloquent than a speech in any language. In fact, I felt that any and each one of us were thinking the same.

Words... words can be embarrassing, inadequate, insufficient and banal in front of evident tragedy and fatal irreversible events. But the words we were going to hear had a strong power of consolation.

Crossing the door brought us into the soft light of the big windows that illuminate the Chapel. I had never been inside the College Chapel before. The benches were arranged in two semi-circles at the left and right of the altar, opposite which a clear glass window was showing us the green of the lawns and the trees surrounding the building. In fact, they were part of the building, a bright velvet extension of it. The music of the organ was filling the air.

We were now walking with Carmita and Antonio towards the front benches opposite the entrance. Lola sat beside them so as to be able to translate into Spanish the main part of the ceremony. I sat behind with Cathie. Sitting in our semi-circle of benches were Max and Elena T. I smiled inside at that sight. Their presence and Cathie’s were confirming that being a student at IoA is much more than a temporary job, it is a permanent affiliation. IoA is a place where one always feels welcome, and here they are welcoming Eduardo, paying his last visit to them. A sadden sadness took me; but the presence of Lola, Simon, Daniel, Mike, Angeles, and on the opposite benches Suzanne, Tom, Andy, the family from Candelaria, Aleida, Arantza, Gianpaolo, Stavroula, Meg, Karl, Barbara, Arnaud and also the little Giorgio, staunch the creeping cry in my throat.

“It’s not a day for crying over death but for celebrating a life”, would be the message of the many readings we were going to listen to.

The service started and the priest lead us through it with the words of the poets and I found it very delicate that he chose to preach to us using human experiences of and thoughts on death “If I should die and leave you here awhile” ...“For my sake, turn again to life and smile” “Complete those dear unfinished tasks of mine, And I perchance may therein comfort you.. Edu’ s unfinished tasks? “comfort weaker hearts than thine”. Yes, but what a challenge you left us, Edu! Comforting weaker hearts with your effortless and splendid sense of humour...” Nor when I'm gone speak in a Sunday voice, But be the usual selves that I have known”... ”But life goes on, So sing as well. And we sang... and what is happening to me?, why I am smiling? “stop smiling!” I thought. But I couldn’t help myself imagining what Eduardo would say hearing our tone-deaf singing of “Jerusalem”! And was the holy Lamb of God on England’s pleasant pastures seen? And did the countenance divine shine forth upon our clouded hills?” I was sure that he was gently making fun of us and that with his half smile (so identical to his father’s!) he was surely pointing out that “You know, Jesus was a smart guy and I doubt that he would have ever swapped sunny Palestine for rainy England.” Yes, the weather wasn’t what he appreciated most of Cambridge.....”Querida Ale, Tienes razon, la muerte es algo tan dificil de aceptar”. But Eduardo was really talking to us now: the magic of writing that stores forever our voice. The priest was reading a letter that Edu wrote to Aleida, when her uncle died. In Tenerife I had read the original Spanish version and now I had the same feeling that Edu was addressing his words to me, to anyone who is puzzled by sudden death and cannot accept it; to anyone who is missing him. Today, he is the only one who, without any rhetoric, can talk about death and help us to face his absence. Dear Ale, You are right. Death is something so difficult to accept and probably something that you never get to understand completely.”...” The same goes for suffering. I am so sorry that you have to go through all this.I know Edu, you would not want to be, in any circumstance, a source of pain. You wouldn’t like to see yourself as a sorrowful memory in someone’s life, would you?. “I came to the conclusion that the only way to find a meaning in death is to think that those who died continue living in the people who loved them.” And addressing everybody but, I felt, especially his parents he urged: Life is not only suffering, there is also happiness, and we all have the right to achieve it. Do not stop fighting for it, for yourself and for the people you love, but don’t fight against yourself. That’s clear enough, I will try not to put you anymore in the uncomfortable position of being the cause of my crying. You can talk about death, you know what is like, but we have to reason on life. Our life, because your death is part of it and we should learn how to face it. And your life, because “the most beautiful aspects of the persons, the reasons they lived their life, the dreams they fought for, all these things, form our memory of them.”

But Cathie had not forgotten and from soon after your death she had always put the accent on your achievements, while I was still trying to understand your death. Without reading, but looking at us and speaking in a soft voice she was telling the story of “the Eduardo” she knew. In particular, his quest for happiness. Edu had identified what was important for him, what would make him happy. And this, everybody knows, can be extremely challenging. But he did not only understood the path he should have taken. He took it. He risked in order to try to be what he wanted to be. It can be very tiring to always feel “a foreigner”. Above all when you come from countries with a very high quality of life. That, as I have learnt very well, does not often mean “rich countries”. Edu felt a deep desire to go home and enjoy his work in the place where he could do it at his best. Finally he was able, after a long time, to enjoy the place where he was living. Cathie did not mention it, but I know that Edu was very grateful that she supported his choice to come back to Tenerife; and that she gave him the opportunity to visit Cambridge and to let him keep the international standard of his work. She instead underlined Edu’s determination to find happiness, despite the academic rules of “aiming for “the best institution”. She felt that Edu died having finally achieved what he had wanted and when he was doing what he wanted to do. This is a privilege, it’s true, and she wished that when we die the same can be said of us.

I finally felt good to be there, listening to all these words. But there were other people that really wanted to be with us, yet couldn’t, and I read the names of those who had asked me to pass their condolences to Edu’s parents. And I read Giuseppe’s message. And now I am relating Edu’s mass for them. But also for us who were there. And for all of us, Carmita and Antonio had words of gratitude. Those were read by Simon. He and Lola had stayed up until 3 o’clock the previous night to translate the letter from Spanish to English, and now found the heart to read it. I feel indebted to Simon for all that he gave during those days.

Carmita and Antonio’s letter also described “their son Eduardo”, remembering his fight to keep under control his anxiety. It hadn’t been mentioned before during the ceremony. And I knew why: Edu never allowed his psychological situation to define him. “Hi, I am Eduardo and I suffer from anxiety”... such a scene was simply impossible to imagine! (I can hear Edu laughing at the thought of it...) But he wasn’t hiding it: he was extremely respectful of other people’s problems, and he did not think that his own problem was worse than theirs. And this made him an excellent listener.

“In desperate hope I go and search for him

in all the corners of my room;

I find him not.”

Now father Rawlinson was reading Rabindranath Tagore. Death brings us to the Brink Of Eternity and it can be a filling or emptying experience. Tagore’s prayer asks for the former:

Oh, dip my emptied life into that ocean,

plunge it into the deepest fullness.

Let me for once feel that lost sweet touch

in the allness of the universe.

And if music is a deep ocean that envelopes us, where our pains can be borne away by the waves, Tagore’s prayer was immediately answered. Mike’s violin was carrying us away with sweetness but also with determination. Suite for Solo Cello by J.S. Bach. The music filled the little Chapel and Mike was speaking some of the most consoling words we had heard today.

Relato de la misa en memoria de Eduardo en Cambridge, por Elena Rossi. Traducido por Lola.

John Rawlinson, el párroco, nos esperaba a la puerta de la capilla.

Algunos amigos estaban ya dentro. Otros como Suzanne, Tom y Andy esperaban bajo el gran árbol de camino a la iglesia. Llovía suavemente y las praderas del Churchill College estaban más verdes que nunca. Los mismos campos que habían visto tantas veces a Eduardo jugando al fútbol con nosotros.

Carmita y Antonio se quedaban esos días en un apartamento en el College justo en frente de la capilla. Lola, Simon y yo acabábamos de recogerlos en la puerta de su estancia y caminábamos juntos por la vereda que atraviesa el césped para atender a la misa por su hijo. Yo llevaba a Carmita del brazo, y el paraguas del otro. Carmita iba muy elegante, como muchas veces la he visto en Tenerife.

Antonio y Lola iban detrás nuestro y creo que ellos también vieron las caras de bienvenida de los muchos amigos que nos esperaban bajo el gran árbol. Algunos tenían suaves sonrisas, otros estaban demasiado tristes para hablar. Me acuerdo en particular de la intensa expresión en la cara de Andy. Parecía como si quisiera encontrar las palabras para los padres de Eduardo, palabras de consuelo, pero ninguna salía de sus labios. Y además ¿acaso eran suficientes unas palabras en ingles? Creo que esperaba que su presencia fuera más elocuente que un discurso en cualquier idioma. En realidad, creo que todos y cada uno de nosotros pensaba lo mismo.

Palabras... las palabras pueden ser embarazosas, inadecuadas, insuficientes y banales ante semejante tragedia evidente, ante la muerte irreversible. Pero las palabras que íbamos a escuchar poseían el supremo poder del consuelo.

Al cruzar la puerta entramos en la luz tamizada de los ventanales que iluminaban la capilla. No había estado nunca dentro de la capilla de mi College. Los bancos estaban colocados formando dos semicírculos a derecha e izquierda del altar que se encontraba justo al lado opuesto de los ventanales. Esos grandes ventanales daban directamente al verde de los prados y los árboles y parecían formar parte de la capilla en una extensión de terciopelo verde luminoso. La música de órgano llenaba el lugar.

Caminábamos ahora con Carmita y Antonio hacia los bancos delanteros justo frente a la entrada. Lola se sentó a su lado para poder ir traduciendo al castellano la mayor parte de la ceremonia. Yo me senté detrás, al lado de Cathie. Sentados en nuestro semicírculo de bancos estaban Max y Elena T. Sonreí para mis adentros al verles. Su presencia y la de Cathie confirmaban que ser un estudiante en el IoA (Instituto de Astronomía de Cambridge) es mucho más que un trabajo temporal. Es una afiliación permanente. El IoA es un lugar donde uno se siente siempre bienvenido, y aquí están ellos dándole la bienvenida a Eduardo en ésta su última visita. Una profunda tristeza repentina me embargo, pero la presencia de Lola, Simon, Daniel, Mike, Ángeles, y en los bancos opuestos Suzanne, Tom, Andy, la familia de Candelaria, Aleida, Arantxa, Gianpaolo, Stavroula, Meg, Karl, Barbara, Arnaud y también el pequeño Giorgio, acallaron el inminente llanto en mi garganta.

“No es un día para llorar por la muerte sino para celebrar una vida”, era el mensaje de las muchas lecturas que íbamos a escuchar.

La ceremonia comenzó y el párroco nos guió sabiamente por ella gracias a las palabras de los poetas. Me pareció muy delicado que eligiera utilizar precisamente pensamientos y experiencias humanas sobre la muerte. ”Si tengo que irme antes que vosotros” ...“Por mi bien, vuelve de nuevo a la vida y sonríe” “Completa esas queridas tareas mías que no completé, Y yo quizás pueda con ello consolarte. ¿tareas incompletas de Edu? ”reconforta los corazones más débiles que el tuyo”. Sí, pero ¡menudo desafío nos dejas, Edu! Reconfortar corazones débiles con tu esplendido sentido del humor natural...“Ni cuando me haya ido, susurréis en voz de Domingo, Sed los mismos igual a los que conocí.”... ” Pero la vida sigue, seguid también cantando.. Y cantamos... y ¿qué me está pasando?, ¿por qué estoy sonriendo? “¡deja de sonreír!” -pensé. Pero no podía dejar de imaginar ¡qué diría Eduardo oyendo nuestro desafinado canto de “Jerusalén”! ” ¿Y fue visto el Cordero del Señor en los placenteros pastos de Inglaterra? ¿Y brilló el semblante divino sobre nuestras nubladas colinas?” Estaba convencida de que Edu dulcemente se reía de nosotros con esa media sonrisa tan suya (¡tan parecida a la de su padre!), seguro que estaría haciéndonos notar “Sabéis, Jesús era un tío inteligente y dudo mucho que nunca hubiera cambiado la soleada Palestina por la lluviosa Inglaterra.” Sí, el tiempo no era lo que más apreciaba de Cambridge... ”Querida Ale, Tienes razón, la muerte es algo tan difícil de aceptar”. Pero Eduardo nos hablaba ahora a nosotros: la magia de la escritura que guarda para siempre nuestra voz. El párroco leía una carta que Edu le escribió a Aleida, a la muerte de su tío. En Tenerife había leído el original en castellano y ahora tenía la misma sensación de que Edu dirigía sus palabras a mí, a todos los que la muerte repentina nos dejó perplejos y no podemos aceptarlo, a cualquiera de los que lo echan de menos. Hoy él es el único que, sin ninguna retórica, puede hablarnos sobre la muerte y ayudarnos a afrontar su ausencia. “Querida Ale, Tienes razón, la muerte es algo tan difícil de aceptar, probablemente es algo que uno no llega a entender del todo nunca.”... “Igualmente el sufrimiento. Lo siento tanto Ale, que tengas que pasar por todo esto.” Sé, Edu, que no te gustaría ser, en ningún caso, una fuente de sufrimiento. No te gustaría verte a ti mismo como un triste recuerdo en la vida de nadie, ¿verdad? “Llegué a la conclusión de que la única forma de dar sentido a la muerte es pensar que los que mueren siguen vivos en sus seres queridos.” Y dirigiéndose a todos, pero yo diría que especialmente a sus padres, nos urgía La vida no es solo sufrimiento, también hay felicidad, y tú tienes todo el derecho a conseguirla. No dejes de luchar por ello, no dejes de luchar por ti y por los que quieres, pero no luches contra ti misma.” Es bastante claro, Edu, intentaré no ponerte en la incomoda posición de ser la cause de mis lágrimas. Tú puedes hablarme de la muerte, sabes cómo es, pero nosotros tenemos que pensar en la vida. Nuestra vida, porque tu muerte es parte de ella y tenemos que aprender a afrontarlo. Y tu vida, porque “a la larga son los aspectos mas hermosos de la persona los que quedan en nuestro recuerdo, las razones por las que vivieron y los sueños por los que lucharon.”

Pero Cathie no lo ha olvidado. Desde poco después de tu muerte ella ha sabido poner siempre el acento en tus logros, cuando yo aún intentaba comprender tu muerte. Sin leer, solo mirándonos a todos y hablando en una voz suave, Cathie nos contaba la historia de “el Eduardo” que ella conoció. Sobretodo, su búsqueda de la felicidad. Edu supo identificar lo que era realmente importante para él, lo que le hacía feliz. Y eso, como todos sabéis, puede ser extremadamente desafiante. Pero él no solo entendió el camino que debía tomar, sino que lo tomó. Se arriesgó para poder conseguir llegar a ser lo que él quería. Puede ser muy cansado sentirse siempre “un extranjero”. Sobre todo cuando vienes de un país con una gran calidad de vida. Lo que, como he aprendido muy bien, no es lo mismo que un “país rico”. Edu sentía un enorme deseo de volver a casa y disfrutar de su trabajo en el lugar donde mejor podría hacerlo. Finalmente consiguió, después de mucho tiempo, disfrutar del lugar en el que vivía. Cathie no lo dijo, pero yo sé que Edu le estaba muy agradecido por todo su apoyo en la difícil elección de volver a Tenerife y por haberle brindado la oportunidad de visitar Cambridge y continuar manteniendo el nivel internacional de su trabajo. Ella destacaba la determinación de Edu de encontrar la felicidad, a pesar de las reglas académicas de “aspirar al mejor centro”. Cathie nos transmitía que Edu murió habiendo conseguido finalmente lo que realmente quería y justo cuando estaba haciendo lo que quería. Eso es, sin duda, un privilegio y así Cathie decía que ojala cuando muramos pueda decirse lo mismo de nosotros.

Definitivamente me sentía bien allí, escuchando todas estas palabras. Pero había más gente que quiso de verdad haber estado allí con nosotros y no pudieron, y por eso leí una lista con los nombres de aquellos que explícitamente me habían pedido que transmitiera sus condolencias a los padres de Edu. Y leí además el mensaje de Giuseppe. Y es por ellos que ahora os estoy relatando la misa de Edu. Pero también para todos los que estuvimos allí.

Y para todos nosotros, Carmita y Antonio tuvieron unas palabras de gratitud, que leyó Simon. Él y Lola estuvieron hasta las tres de la madrugada de la noche anterior para traducir esas palabras del castellano al inglés, y ahora Simon encontraba fuerzas para leerlas. Me siento en deuda con Simon por todo lo que nos dio durante esos días.

La carta de Carmita y Antonio también describía a “su hijo Eduardo”, recordando su lucha para dominar su ansiedad. Nadie la había mencionado antes durante la ceremonia. Y yo sé por qué: Edu nunca permitió que su estado emocional lo definiera. “Hola, soy Eduardo y sufro de ansiedad”... ¡semejante escena es simplemente imposible de imaginar! (Puedo oír las risas de Edu de solo pensarlo...) Pero él no lo escondía. Era extremadamente respetuoso con los problemas ajenos, y nunca pensaba que sus propios problemas eran más grandes que los de los demás. Eso le convertía en la persona que mejor sabía escuchar.

“Desesperado, le busco

por todos los rincones de mi cuarto,

pero no lo encuentro”

Ahora el padre Rawlinson leía a Rabindranath Tagore. La muerte nos lleva “Al Borde de la Eternidad” y puede ser una experiencia plena o desoladora. La plegaria de Tagore nos conduce a lo primero:

¡Sumerge mi vida vacía en ese mar!

¡Húndela en la más profunda plenitud!

¡Haz que sienta, por una vez, la dulce caricia perdida

en la totalidad del universo!

Y si la música es un océano profundo que nos envuelve a todos, donde las olas pueden llevarse nuestras penas, la plegaria de Tagore fue inmediatamente respondida. El violín de Mike nos transportaba con dulzura y también con determinación. Suite para violonchelo solo de J.S. Bach. La música llenaba la pequeña capilla y Mike nos hablaba con algunas de las palabras de mayor consuelo que habíamos escuchado.