Reverendo padre, personal del Instituto de Astronomia de
Nos hemos desplazado hasta aquí, a iniciativa de unas amigas de nuestro hijo, que han deseado que estemos presentes en este acto religioso en su memoria, organizado por sus amigos.
No nos hemos podido negar, puesto que esta ciudad de Cambridge supuso para Eduardo, según sus propias palabras, “tocar el cielo” y no descartaba el comprarse una casita aquí, cuando reuniese el dinero necesario. Nunca la olvidó y hacia visitas periódicamente para recordar con sus profesores y amigos los buenos momentos vividos en esta maravillosa ciudad.
Todo lo que digamos de Eduardo es poco, pues qué pueden decir al respecto unos padres que se han visto de repente desprovistos de la presencia física de su hijo, que representaba para nosotros la luz que iluminaba nuestras vidas, la de su hermano Alejandro, la de sus abuelos y tíos.
Ya en vuestros múltiples mensajes llegados de todas las partes del mundo se ponen de manifiesto su bondad, su buen hacer en su trabajo y ese carácter especial que enganchaba a todos en general, en cuanto siempre estaba dispuesto a escuchar y dar luego su sincera opinión, siempre con el propósito de poner su granito de arena y poder ayudar a los demás.
Él tenía sus propios problemas de ansiedad, pero con su lucha diaria, yendo a hacer cerámica, bailando el tango, yendo a nadar y su “astrofísica del alma”, los trataba de eliminar. Era un gran luchador y consiguió a sus 29 años todo lo que pretendió en la vida. Aunque por supuesto, le quedaba mucho camino por recorrer, pero estaba en ello y ahora era feliz, trabajando en el Instituto de Astrofísica de Canarias. Ahora él tenía un grupo de amigos, con los que había conectado estupendamente y teniendo como apoyo importante en su trabajo a su querida Casiana, doctora del Astrofísico de Tenerife, que desde que él se decantó por la astrofísica, lo apoyaba para que llegase hasta Cambridge, a fin de hacer el doctorado aquí. Gracias, muchas gracias Dra. Casiana, por sus palabras dedicadas a su memoria y que se publicaron en la prensa de Tenerife y a través de internet, así como también su recuerdo cariñoso hacia su persona en el Acto-Homenaje dedicado a los tres compañeros del Astrofísico fallecidos en el municipio de Los Silos: Juan Luís, Mauricio y Eduardo.
Deseamos recordar aquí también con mucho cariño al resto de los compañeros fallecidos: Javier Jesús, Ginés y su novia Estefanía.
Queremos hacer también una referencia a la señora Dixon, que nos mandó una tarjeta de condolencia llena de sentimientos. Nuestra gratitud hacia ella, por su recuerdo a Eduardo y por haberlo hecho feliz en el tiempo que estuvo aquí.
Y como no recordar aquí a
Gracias Dra. Clark por vuestra condolencia, que nos llegó directamente al corazón. Sabemos verdaderamente que Eduardo la tenía en gran consideración. En casa su nombre y el de la doctora Casiana, era raro el día en que no se pronunciasen.
De usted Dra. Clark, Eduardo destacaba su gran inteligencia y su gran capacidad de trabajo y fundamentalmente que era una persona llena de valores humanos, que le transmitía esa felicidad que durante el tiempo que estuvo en esta bonita ciudad, le ayudó muchísimo para lograr su sueño y terminar su doctorado.
Su experiencia en la astrofísica fue corta y esperamos que su trabajo haya contribuido a descubrir un poquito más de ese mundo tan especial y grandioso como es el Universo.
Queremos desde aquí darles las gracias más sinceras a todos los profesores, a los “amigos de Cambridge”, entre los que se encuentra una canaria, natural de la isla de Fuerteventura. También a los “amigos del Observatorio de Estocolmo”, a los amigos de Australia, de Italia, de Francia... que a través tanto de internet, como por medio de cartas y flores, lo han recordado con verdadero cariño. Gracias a todos por haberlo hecho tan feliz.
Recordamos en especial a los amigos que desde que se enteraron de su fallecimiento, estuvieron con nosotros en esos días más tristes y en los sucesivos, dándonos su apoyo constante. La familia de “
También queremos destacar el gesto que han tenido tres amigas de Eduardo, que se desplazaron a casa en Tenerife, desde Estados Unidos, Alemania y Barcelona. Ellas consiguieron con su juventud y alegría, que nuestro dolor se viese más aplacado. Su energía positiva nos contagiaba. Gracias queridas amigas por darle tanta felicidad a nuestro hijo.
!Ah! no podemos dejar de mencionar a un amigo especial que en estos momentos se encuentra en Chile. Se conocían desde que estudiaban física en
Queremos recordar con gran cariño y expresar nuestro agradecimiento a las familias y amigos que mencionamos a continuación:
Nuestros amigos de Tenerife, de todas las partes de
También a los compañeros de trabajo de ambos, por su apoyo en esos instantes tan dolorosos.
Nuestro especial cariño para nuestro hijo Alejandro, que estuvo acompañando a su hermano durante toda la noche y en los actos religiosos sucesivos.
A la familia paterna de Eduardo, tíos y primas, por el cariño demostrado hacia nosotros. Y para la familia materna, padres, tíos y primos. Destacar al más anciano, por su entereza, nuestro padre con 90 años, pudo asistir a los actos religiosos. Y para nuestras madre y tía, que no pudieron asistir por motivos de salud graves, Además no saben nada que ha fallecido Eduardo, pues ellas fueron las que lo criaron y pensamos que lo mejor es decirle que está “vivo”.
Estas muestras de condolencia por parte de sus profesores y amigos, nos hacen pensar que nuestro hijo Eduardo no solo nos quería a nosotros, sino que su cariño lo compartía también con todos ellos, con los que estaba en contacto muy asiduamente. Quería y era querido y eso es muy importante para nosotros, para poder seguir adelante, pero también sabemos que nos espera un camino muy largo por recorrer, en el cual siempre aparecerá ese dolor inmenso por nuestro querido hijo Eduardo, un ser especial, que siempre estará permanentemente en nuestro recuerdo.
Gracias a todos por vuestra asistencia. Vendremos de vez en cuando a Cambridge, porque esta ciudad ya forma parte de nuestras vidas y si Dios nos da salud, seguro que vendremos a visitarla.
Nunca les olvidaremos, ni a los profesores ni amigos que tan cerca han estado de él, en lo difícil y en las alegrías.
Por eso queremos que sepan, que para Antonio, Guadalupe, Alejandro y familia, todos ustedes tienen un rinconcito en nuestro corazón, porque son todos unas personas verdaderamente maravillosas.
Queremos terminar con unas líneas que escribió Eduardo, que las entresacamos de los mensajes que acostumbrábamos a darnos en las fiestas de Navidad:
“NO DEJES DE BUSCAR SIEMPRE
¡¡Muchas Gracias!!
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